Intolerancia a la lactosa, pocos nos tienen en cuenta


Hará como unos 10 años que soy intolerante a la lactosa. Empecé a sentirme mal después de las comidas, cenas, desayunos. Cada vez que ingería un alimento al ratito me llenaba de gases, imposible de expulsar y acabando con un dolor de estómago considerable. Después de unos meses acudí al especialista, me hicieron una radiografía tomando un liquido. Se llama GI superior, son rayos X, llamada fluoroscopía y un medio de contraste de ingesta oral como el bario. Allí se descubrió que tengo un reflujo desde hace años pero nada más. Parece que el especialista no quiso profundizar en el tema, y eso que era medicina privada, y la prueba del aliento (es la que se hace para saber si tienes helyco bacter) la iba a pagar yo, en fin, dejémoslo ahí.  Al final lo descubrí yo solita dejando de tomar alimentos y anotando si notaba algún cambio. Comencé por el desayuno. Deje de tomar leche unos días y me sentía mejor,  empecé a investigar por mi cuenta y dí con el kit de la cuestión. "Intolerante a la lactosa".





Llegamos a la parte  importante,  qué alimentos tomar y donde está la lactosa en cada uno de ellos, el tema se me iba de las manos. 
CASI TODOS LLEVAN LACTOSA!!!     HORROR!!!
Cereales, jamón de york, embutidos, salsas, galletas, conservantes... Me vine abajo y no quería salir de casa, pero claro, no podía hacer eso por mucho tiempo...
Me pasé a la soja, leche de almendras y otros, para tomar algo caliente en el desayuno. En aquella época no había leche sin lactosa tuve que  probar un montón de cosas pero no lograba adaptarme. 
Poco a poco, fui controlando la situación en casa y cocinando para no tener problema después de las ingestas, pero, cuando salía de casa era horrible. Llevaba un mes intentando adaptarme y llegó el cumpleaños de mi otra mitad, ya sabéis, el que manda en casa, jajajajaja;  fuimos al restaurante Chez Victor pensando que en un restaurante con una estrella michelín sabrían cuidar mi problema, ahí me llevé la primera sorpresa. Nos entregan la carta, echamos un vistazo y nos toman nota; pregunto como estaban cocinados los platos, le explico a la Maître mi problema y me aconseja tomar de primero, una ensalada tradicional, la de toda la vida, lechuga, tomate, espárragos... de segundo, un filete a la plancha y de postre fruta. Pero vamos a ver, que no estoy a régimen, simplemente soy intolerante a la lactosa, le dije. Pues nada, primera decepción y primera experiencia fuera de casa, deprimente.

Como ya sabéis, me encantan las tapas, disfruto muchísimo tomando varias tapas en lugar de un par de platos nada más, pero con mi nueva situación no me atrevía.
Poco a poco fui descubriendo lo que podía tomar fuera de casa y los lugares donde cuidaban un poco más las nuevas intolerancias.

Pasado un tiempo tuve un antojo de jeta asada. Aquí en Salamanca siempre ha sido típica la jeta del bar La Viga, en la calle de San Justo, asi es que allá que fuimos. Un Ribera del Duero y una ración de jeta como siempre, una delicia!!!. Dimos un paseo por la Plaza Mayor mas bonita del mundo (la de Salamanca) y tuve que salir corriendo a casa, de pronto me había aparecido un embarazo de 8 meses como poco, ainnnnsss que dolor!!!, al final, tuve que ir al hospital, en urgencias me solucionaron el problema con medicación, pero lo pasé fatal. Al día siguiente pregunté en el bar La Viga y no sabían que podría haber pasado, no se lo explicaban, hasta que les dije que necesitaba saberlo por un problema de salud. Confesaron entre dientes que conservaban la jeta en leche. Pufffff!!! ni jeta puedo ya tomar, en este sitio claro, ahora tengo uno en Van Dick de muchísima confianza, la jeta está riquísima, mejor que la de La Viga, se llama El Patio de la Abuela y está en la calle Salesas, pasaros a comprobarlo. Después tuve algunas odiseas más, como en un bar de Garrido/Salesas, me decidí por unas migas de bacalao y me ocurrió lo mismo que con la jeta. Al día siguiente pregunté y me dijeron que le ponían leche para que estuviera mas jugoso.
Con el paso del tiempo apareció la leche sin lactosa y los restaurantes donde los chefs se empezaban a preocupar por los celiacos e intolerantes a la lactosa, bien!!! comenzaron a sustituir la leche por soja y otros productos sin lactosa, Carlos Barco por ejemplo, en su restaurante Carlos Barco y después en Tablanca cuidaba muchísimo esos detalles, que gran Chef y cuanto lo echo de menos (se marchó a Londres a probar suerte). Otro restaurante/gastrobar que me encanta es Lilli Cook, bueno ya hablaremos de muchos más, ahora a lo que vamos, la cantidad de veces que he tenido que salir corriendo a casa, por el dolor de estómago que me había proporcionado la tapa de marras que me habían puesto sin yo saber que llevaba leche.
Llegó la crisis!!! y con ella los intolerates a la lactosa hemos vuelto a cambiar, si, si, casi todos, casi todos los restaurantes y bares, han abaratado los productos, la calidad ha bajado y nosotros lo notamos. El bar Antonio en la C/ Pérez Oliva, muy famoso por sus patatas bravas (salsa mahonesa) desde el año 1975, cambió de dueño por jubilación hace unos 6 años, creo. En principio todo iba bien, se notaba el cambio de dirección en la forma de hacer las patatas y la salsa pero eran muy, muy parecidas y seguían siendo con mahonesa. Yo disfrutaba de esas patatas sin problema hasta hace un par de años; como siempre, tomaba mi Ribera del Duero y mi pincho de patatas, pues bien, a la media hora de haberlo tomado un dolor de estomago infernal me obligó a ir a casa a toda pastilla, solo había tomado patatas bravas, no podía ser, que había ocurrido!!! pregunté al dueño (por mensaje en Facebook)  que había cambiado y no me contestó. Pasados unos días me enteré que la salsa brava ya no estaba hecha con mahonesa sino con lactonesa, aiiinnnnsssss, ya ni las salsas de mahonesa nos respetan.


Se acabaron las patatas bravas fuera de casa para mí, en un 90% de los bares/restaurantes usan lactonesa (leche y aceite).  En el bar Abacanto, Pº. de la Estación, 22, sí podéis degustar unas patatas bravas con mahonesa y el picante justo, porque lo del picante también tiene lo suyo, ¿cuantas cosas no podemos probar, porque pica tanto que te sirve como anestésico? hablaremos de ello en otro momento.
Hoy día, ya hay muchísima información en la red de la intolerancia a la lactosa, si necesitáis saber que lleva cada plato  no dudéis en preguntar, debemos cuidarnos mucho por lo que nos puede caer después ;-). Leeros todas las etiquetas de todos los productos, como ya os digo, casi todo, tiene lactosa. Suerte!!!

ANN

Comentarios

  1. Todo el mundo que tiene algún inconveniente gástrico tiene un rincón en la actualidad. Por eso aquellos que les encantan los dulces y más concretamente el chocolate, puede disponer de bombones sin lactosa para que no les hagan daño. Además de ser cuidados hasta el último detalle ya se son creados de manera artesanal.

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