El punto, esa gran dificultad...



Todos sabemos cual es el punto, para cada uno de nosotros es diferente, si os dais cuenta casi nunca coincidimos, comentarios en el mismo guiso:
- Bien, para mi está en su punto!!!
- No te creas, para mi le falta un pelin, a penas na, pero un pelín...
- Yo le pondría bastante más, esto no sabe a ná!!!

Supongo que ya sabéis de que punto hablo, vale, hay muchos puntos, punto de sal, picante, arroz, vinagre, ajo, mostaza y todos los que vosotros sabéis...
El punto que más me preocupa a mí es el PICANTE, noooooo, ese no, aquí solo hablamos de gastronomía de momento, jejejejeje. Al lío, hablábamos del punto picante, yo comprendo que es difícil poner el punto picante a un plato y que sea bienvenido para todos, pero, si nos pasamos con el picante, el 50% de las personas no lo tomaríamos. Ya sé que según la mayoría de los hombres unos callos y morros, una chanfaina, unas bravas, unos callos madrileños, patatas meneas, carnes a la barbacoa etc... tienen que estar picantes, pero tan picantes que no sientan la lengua, vamos, que ya podemos llamar al cirujano para que le hagan una cirugía bucal sin enterarse de nada. Y digo yo una cosa, el exceso de picante como en todo,  anula los otros sabores, realmente sabéis que estáis comiendo? no, verdad? porque lo estáis viendo, si no, imposible saber que coméis. 
Ahí es donde entra el PUNTO, si solo ponemos un toque de picante lo tomaríamos todos, disfrutaríamos todos y no tendríamos que acordarnos de la almorrana al día siguiente...


Ahora vamos con los cocineros/as, con los que venden las tapas, los que saben  que entre hombres está el juego, y saben que la María no le hace la chanfaina picante y por eso se mete tres platos en el bar de la esquina, ahí está el tema...

En la calle Valencia (Salamanca) tenemos La Dama II, todos los platos de cuchara son picantes, Paco, el que vende las tapas, casi todo le gusta muy picante, Isa, la que cocina hace lo que le pide el mundo masculino, la cuestión es vender. Aquí puedes tomar una chanfaina, riñones al jerez, patatas a la importancia, patatas con carne, higadillos encebollados, todo picante, eso sí, preguntarle a mi otra mitad, está contentísimo, lo que puede disfrutar con el picante!!! Menos mal que últimamente han bajado un poco el punto y podemos disfrutar todos, jejejeje.

Si nos vamos al café Mónaco, tenemos los callos picantes, como debe ser nos dice Sebas, el que vende las tapas, Carmen, la que cocina, hace lo que le piden, el mundo masculino gana, nosotras ya nos dedicamos a la verdura, como dice mi otra mitad. Ayer (10/10/14) tomé unos callos y estaban de lujazo Carmen, por lo menos a mi gusto, jejejeje.
Me gustan los callos y morros que cocina mi madre un día de estos me animo y os cuento la receta. 

Tenemos otros sitios en el centro (alrededores de Plaza Mayor) como el Tapas 2.0, donde te puedes tomar casi todas las tapas con picante, callos y morros, patatas bravas, platos de cuchara, Jorge (gran chef)  le pone el toque picante coreano, mejicano, peruano, indonesio, thailandes, chino, japones, lo que tú quieras, picante y especias vámonos!!! A mi consorte le encanta!!! yo últimamente soy más suave, será la edad, jejejeje...

En Salamanca tenemos varios platos con picante, como ya habéis leído, uno de ellos y muy famoso es la chanfaina. Me encanta tomar la chanfaina en Casaserra, en El Arrabal del Puente, porque le pone el punto justo de picante, si señor, para todos los públicos, mujeres y niños jejejejeje, vale, ya se que a muchas mujeres les encanta el picante, muy, muy picante ;-)

El picadillo de Tejares, también típico en nuestra gastronomía charra, que por cierto se está perdiendo, los que comenzaron con esta receta se han jubilado y la han guardado en el fondo del mar, hay otros cafes/bares que la hacen pero no hacen la original,  la gente la ha empezado a llamar carne con tomate, y como ya os he explicado en alguna ocasión,  nada tiene que ver con el Picadillo de Tejares ( os dejo por aquí el enlace) también con un toquecito picante.

Las patatas meneas, patatas de herradero, patatas revolconas, las que más ricas he comido yo, a parte de las que hace mi madre y una servidora, han sido las de Casa Rufino, Calle Alba de Tormes Carbajosa de la Sagrada, espectaculares, su punto justo de picante.

El calderillo Bejarano, ya sabéis de donde viene, de Bejar. En el Mesón El Bosque lo hacen increiblemente bien, un poco picantíto y caldosillo, como debe ser.

Podría contaros de más platos picantes que hacemos en Salamanca, como los mejillones en salsa del barrio Garrido, esos mejillones que tomábamos a última hora de la noche, ya con unas cuantas cervecitas de más, jejejje. El bar El Tigre los preparaba de muerte, picantes, para hombres claro, las mujeres y los niños tomábamos los que no tenían apenas picante.

Y como veníamos diciendo, lo difícil que es dar en el punto, ese punto que necesitamos todos, el punto que podría ser un toque, y el que quisiera más, añadirle picante a su gusto, existen en el mercado diferentes salsas que con unas gotitas te saldrías fácilmente del buscado punto.

A ver si tomamos nota y ya sabéis... busquemos el punto ;-)

Que lo disfrutéis!!!

ANN